Un equipo de académicos y egresados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) creó un sistema para evitar daños por sismos en edificaciones, el cual permite una disipación de hasta 86%, mucho más alta que el 50% que logran los disipadores comerciales. El desarrollo se basa en el principio de tribología, que se refiere al estudio de la fricción entre dos cuerpos en movimiento y la lubricación para evitar el desgaste.